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El Linares no pudo superar la defensa de los murcianos durante el partido y acabó el choque sin marcar ningún gol.
El Linares no pudo contra diez
LINARES DEPORTIVO | LA CRÓNICA

El Linares no pudo contra diez

García fue expulsado en el 32 de la primera, pero los azulillos no tuvieron claridad arriba

ÁNGEL MENDOZA

Lunes, 11 de enero 2016, 00:37

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Un punto que sabe a poco para los linarenses y a gloria para los cartageneros, en un partido marcado por una tempranera expulsión en los visitantes y por la falta de pegada de los azulillos. Casi inédito el meta Limones en los 90 minutos. Empezó mejor el Cartagena, que tenía claro cómo hacer daño al Linares con balones a la espalda de los defensas. En los cinco primeros minutos tuvieron dos buenas ocasiones de Menudo. La primera en un pase a la espalda de Chico que acabó con un remate al lateral de la red, y la segunda, muy parecida, que obligó a Jorge a intervenir despejando de puños. El Linares no terminaban de encontrarse cómodo, tercera llegada peligrosa, dentro desde la banda izquierda a la frontal donde García le pegó cruzado según le vino y la pelota se marchó fuera, cerca del palo azulillo.

Tardó un cuarto de hora el Linares en empezar a entonarse y sacudirse la presión del rival. En una falta que bota Rodri, Bauti remataba al larguero y el asistente anulaba la acción por dudoso fuera de juego, pero la acción espoleó a los azulillos, Kike y Corpas empezaron a entrar en juego por las bandas, se le veía otra cara a los mineros.

Jonxa tomó el mando de los visitantes. En un balón bien peleado en la corona, cedió a García, que se llenó de balón pese a tener espacio y tiempo para pensar, y fusiló fuera. De nuevo Jonxa el que ponía el centro perfecto a Cristo Martín, que en semifallo remataba flojo junto al palo, sin consecuencias. En la siguiente, Juanfran se quejó de penalti en el área por agarrón, Corpas en el segundo palo remató de volea a las manos de Limones. Era un intercambio de golpes interesante, el partido estaba abierto, pero iba a dar pronto un giro.

Corría el 32 en el crono, un balón dividido en el círculo central, Corpas agarraba a García para evitar la contra y el jugador cartagenero, el más peligroso de su equipo en la primera media hora, le soltaba el codo al extremo azulillo. El colegiado mostró amarilla a Corpas por el agarrón y roja a Segio García por el codazo, el Cartagena se quedaba con diez.

Antes del descanso, sólo una llegada peligrosa de los locales, Corpas se metía hasta la cocina por la derecha y su centro lo empalaba Kike por encima del larguero.

El guión se le ponía de cara al Linares para la segunda mitad, que empezó con 12 minutos de retraso porque el colegiado Collado López tuvo que ser atendido por un esguince de rodilla, fruto de un resbalón en la primera mitad. No había cuarto árbitro, no se exige en Segunda B, y volvió al campo con un vendaje en su rodilla derecha.

Primer aviso de cada equipo tras la reanudación. El de los azulillos, Chico de falta directa mandó la ejecución lamiendo el palo izquierdo de Limones. Por los franjinegros, un latigazo de Cristo Martín desde la frontal que hizo volar a Jorge Sánchez para evitar el gol. En este arranque no parecía que los visitantes acusasen la inferioridad numérica, muy peligrosos a la contra.

Torres hizo doble cambio. Carles reaparecía tras su lesión, por Rodri, y Bauti dejaba su sitio a Payán, pasando Corpas al lateral derecho haciendo la ya conocida estrategia del doble interior con Kike Boula. Necesitaban los mineros aplicar más velocidad al juego para coger descolocados a los cartageneros, que estaban haciendo un trabajo descomunal en lo físico y en posicionamiento para suplir su desventaja.

Y como el Linares no terminaba de encontrar la forma de abrir la lata, Cristo Martín se sacó un disparo desde fuera del área que atajó Jorge. En ese momento, Kike cayó lesionado en los linarenses y entró Quesada. Era el minuto 73, Lara pasó al lateral derecho y Corpas volvió al extremo, pero seguían sin claridad arriba y con el paso de los minutos entraban las prisas. Mientras tanto, Gonzalo de falta directa, fuera, metía el susto en el cuerpo a Linarejos y sus cambios iban encaminados a meter más músculo. No renunciaron al ataque en ningún momento, seguían presionando arriba con criterio.

Sólo en una contra en el descuento, donde Corpas la puso y Payán remató desde el suelo a las nubes, pudo cambiar el Linares el signo del partido. Con el pitido final, los cartageneros obtuvieron un meritorio punto como premio ante la impotencia de los azulillos. Pitos en la grada.

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