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El Linares se estrelló contra un muro y sus propias carencias cuando intentó remontar los tempraneros goles del Melilla.
Pesadilla antes de Navidad en Linarejos
Linares Deportivo

Pesadilla antes de Navidad en Linarejos

El Linares volvió a dejarse puntos en casa, perdía por 0-2 a los 4 minutos y el tanto de Curto no fue suficiente para remontar

ÁNGEL MENDOZA

Lunes, 5 de diciembre 2016, 00:32

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Una auténtica pesadilla la que vivió el Linares Deportivo en la visita del Melilla. Empanada mental del equipo azulillo en el arranque del encuentro ante un rival que salió enchufado y que le sacó los colores a los mineros en menos de 5 minutos. La primera parte para olvidar y en la segunda mejoraron pero los minutos le iban cayendo encima como losas imposibles de levantar.

Un encuentro matinal que empezó con el clásico regalo de la camiseta del Melilla con el 8 de Carles, minuto de silencio por la tragedia del Chapecoense y un viejo conocido de la hinchada azulilla, Álex Fernández, en el banquillo melillense. Volvía a la convocatoria el meta Cristian Arco y la sorpresa táctica de Rivera fue poner a Álvaro Vega de pivote, pero ni las olió en los 25 minutos que estuvo sobre el terreno de juego.

Cuando algunos aficionados estaban aún entrando y ocupando su localidad, miraban al electrónico y veían un 0-2. No, no estaba estropeado el marcador. En sólo 4 minutos el Melilla le había marcado dos goles al Linares.

El primero en una internada de Santi Luque por la derecha en la que rompió a todos los que le salieron al paso, el balón se quedó clavado en un charco en el área y cuando Lopito reaccionó se encontró con un punterazo del jugador visitante a su palo contrario. En la siguiente llegada visitante, de falta, Sufian la botó y Borja Prieto cabeceó para poner el esférico en el palo contrario y hacer el segundo gol de la mañana ante el asombro de Linarejos y el enfado de Rivera en el banco.

El Linares intentó despertar de este mal sueño pero no tenía la chispa de otras ocasiones en ataque. Gonzalo la tuvo de cabeza en el segundo palo, pero se la sacó un defensa en el momento justo. Botado el córner, Corpas mandó desde la frontal su remate fuera. Después lo intentó Rodri desde lejos, Barrio atrapó en dos tiempos y Cuerva estuvo a punto de arrebatarle el balón. También lo intentó desde lejos Cuerva, sin puntería.

El Linares necesitaba algo más y Miguel Rivera llamó a Curto, que estaba en el banquillo para una emergencia, y ésta lo era. La cara del delantero cuando el técnico le preguntó si estaba bien para salir fue de circunstancia, pero el equipo le necesitaba. Así que deshizo el experimento de Vega y entró el goleador a los 25 minutos.

Pero los mineros no carburaban. Los pases al hueco no salían, las triangulaciones se perdían, el Melilla tapaba los espacios y, a la contra, tuvieron una buena ocasión para hacer el tercero en una contra entre Aznar y Sufian que acabó en córner. Se bota, el balón se paseó por el área entre una nube de jugadores de los dos equipos. El colegiado señaló el camino de los vestuarios y fue lo mejor que podía pasarle a los linarenses, pues sería la última vez que llegase con peligro a su área.

En la segunda parte el Linares se adueñó del balón, de las ocasiones, le puso corazón y garra, pero no fue suficiente para remontar. En el minuto 50 Cuarto aguantó la pelota en la frontal ante tres defensas, Joselu vio el hueco por el que colarse y su compañero se la envió a la derecha, metió el centro Joselu y el propio Curto llegó al remate en el área para fusilar el 1-2.

Quedaba partido por delantero, pero el peligro de los linarenses se limitaba a las subidas de Joselu, los intentos de Corpas por meter balones al área, con la entrada de Luis Lara hubo algunas acciones individuales interesantes que tampoco acabaron en nada. Curto le mandó una buena pelota a Martos, que cabeceó fuera.

El Melilla estaba cómodo, se lo tomaba con calma, paraba el partido para cortarle el ritmo a un Linares que sólo jugaba a fogonazos, sin meter en verdaderos apuros a Barrio, sólo balones colgados, intentos de combinaciones que la defensa abortaba y así, minuto a minuto, se consumía el partido. Rivera metió a Gámiz por Higinio para que los centrocampistas tuvieran más presencia, pero la tónica del encuentro no cambió.

Lo mejor fue un centro de Lara desde la izquierda, muy fuerte, buscando la cabeza de Casi, que se quedó a 5 centímetros de conectar el cabezazo que hubiese supuesto el empate. Se dieron 5 minutos de prolongación, la misma agonía. Borja Prieto vio la segunda amarilla y el Melilla se quedó con diez hombres en los instantes finales, pero nada cambió.

Otra derrota en casa, otro sabor amargo en Linarejos de un equipo que fuera de casa es el segundo mejor conjunto del grupo, pero que ante su afición está viendo como muchos puntos se escapan esta temporada. Para colmo de males, Curto vio la quinta amarilla y Rivera pierde a su delantero estrella para viajar la semana que viene a Granada. Lo único positivo es que tendrá tiempo de sobra para recuperarse del esguince de tobillo.

Dr. Jekyll y Mr. Hyde

El objetivo de la permanencia sigue sin peligrar, pero la ilusión por conseguir algo más pierde fuelle después de los últimos resultados. Aún queda mucha liga, y un mercado invernal que es una incógnita para saber si los mineros se reforzarán con algo que mejore lo que ya hay.

El Linares está viviendo el caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, un mismo equipo y dos caras muy diferentes, cuando juega en casa y cuando lo hace fuera. En este caso, los números del Linares como local son de los peores del grupo: 11 puntos después de 9 jornadas en Linarejos, donde sólo han sumado 3 victorias y 2 empates, con 4 derrotas, 9 goles a favor y 8 tantos en contra. En la clasificación como equipo local, el Linares sería 15º, a un punto de la promoción de permanencia.

Números muy diferentes a los que tienen los hombres de Rivera como visitantes, donde son el segundo mejor equipo a domicilio del grupo, sólo por detrás del San Fernando, que precisamente visitará Linarejos en dos ocasiones en las próximas semanas. 14 puntos suman en sus visitas los mineros, sólo uno menos que los isleños, gracias a sus 4 victorias, 2 empates y 2 derrotas, con 11 goles a favor y 8 en contra.

Miguel Rivera analiza que cuando el equipo viene de buenos resultados fuera de casa, tal vez lo que le ocurra es que les entra un aura relajante y se equivocan. «Cuando esto nos pasa nos dan una buena hostia, como nos la llevamos contra el Mérida o contra el Murcia, y eso me duele. No estamos bien en casa y fuera estamos más sueltos, los contrarios nos proponen más y es algo que tengo que analizar», explica.

De nuevo el Linares viene de dos buenos resultados, empataron en Lorca y ganaron en San Fernando, pero en casa algo falla. «Competimos muy bien en Lorca, en San Fernando, hay que ver por qué no salimos bien al partido de hoy contra el Melilla. Esa es la realidad y la realidad te golpea con tanta dureza (2 goles en 4 minutos), que ya no te vale lo que hayas planificado. Esto hay que levantarlo, hay cosas que cambiar, buscamos alternativas y todo lo que teníamos no ha sido suficiente», lamenta.

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