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ÁNGEL MENDOZA
LINARES
Martes, 4 de septiembre 2018, 00:57
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Todavía no se sabe si el partido entre el Linares Deportivo y el River Melilla se jugará. La semana pasada el director deportivo azulillo confirmó a IDEAL que en sus conversaciones con la entidad melillense todo apuntaba a que estarían en Linares este fin de semana. Sin embargo, este fin de semana empezó a correr el rumor de la posible renuncia del River a competir en el Grupo IX este año.
Desde la cuenta de Twitter del club norteafricano se apresuraron a desmentir esta información. «Nuestro club se encuentra inmerso en la preparación de la competición y la mente puesta en el Jornada 3 para poder desplazarse a Linares. Todo lo demás son falsos rumores y malas intenciones. ¡Vamos River!», cita el comunicado.
Será cuestión de horas que los rumores cojan fuerza o se diluyan. El caso es que, al cierre de esta edición, el Linares no había recibido anoche confirmación oficial del viaje por parte del Melilla, ni del día y la hora propuestos, dado que los equipos peninsulares deben facilitar su desplazamiento. Consultadas las centrales de reservas de Transmediterránea para llegar en barco e Iberia par a hacerlo en avión, existían en ambos medios ayer plazas suficientes para que la expedición del River se desplazase este fin de semana a Linares, así que el principal problema que les ha obligado a renunciar a jugar las dos primeras jornadas no se iba a dar en esta tercera.
Lo extraño es que no haya habido comunicación entre las partes, porque de haber hecho ya la reserva de vuelo o barco para ir y venir en el día, el Linares debería saber qué fecha ha elegido el Melilla y adaptar la hora al sábado o domingo para anunciar el partido.
En el club minero mantienen la confianza en jugar el encuentro y prefieren mantenerse al margen de los rumores. «Cuando tengamos noticias del River Melilla, lo haremos público para que la afición lo sepa», cita Miguel Linares. Juan Arsenal también espera que se juegue y no perder la planificación semanal, aunque ayer tocó resaca de la goleada ante el Huétor Vega.
El Linares sufrió hasta abrir la lata, a partir de ahí, barrió del campo a los granadinos. Juan Arsenal considera este guión como una máxima que se va a repetir en casa contra los rivales modestos. «Sobre todo, con los equipos armados atrás, hay que tener soluciones para neutralizar cualquier sistema. En la primera nos costó, teníamos el control, pero no éramos profundos, cambiamos el dibujo y encontramos los espacios. Puede ser una tónica de la temporada en casa», apuntaba Arsenal.
Esperan que el River, de venir a jugar, pueda hacerlo en un horario donde el calor no sea tan sofocante como el domingo, aunque ante el Huétor la decisión fue de la propia directiva azulilla, para facilitar a los que quisieran ver el derbi sevillano, que pudieran hacerlo tras salir.
Arsenal considera que, en estos casos, debe imperar el bien de los profesionales del Linares y la comodidad de la afición. «Se lo comenté a la directiva, hay que aprender de esta situación porque el equipo que tiene que llevar la iniciativa, construir y generar fútbol de ataque, somos nosotros y el calor nos ha podido afectar, junto al buen trabajo defensivo del Huétor Vega. Jugando más tarde, los dos equipos tendrían más frescura, pero para el que tiene que proponer jugando de local le viene mucho mejor. Era por el tema de los aficionados, que pudiera venir más gente en masa, por los partidos televisivos. Hay que buscar valoración en este aspecto y ver qué es lo mejor para el futuro».
Hablando de lo que se vio el domingo, el técnico considera que este Linares no tiene un once inicial definido: «Cada partido tiene una lectura diferente y cada rival sus virtudes y carencias. Opto por los mejores 16, para mí lo importantes no son los 11 que salen, ante el Huétor fueron clave Pablo, Iván y Juanfran. Ese es el mensaje al vestuario, ni titulares ni suplentes, importantes son los que salen de inicio e importantes los que entran después. Jugábamos en casa, se quedó fuera gente de la parte de atrás como Andoni, León, Isra que jugó con el juvenil y Sales porque tenemos mucho en banda para elegir y él sabe que aquí ganamos todos y perdemos todos, tenemos cuatro bandas y cualquiera puede jugar».
La entrada de Pablo Ortiz y el cambio de sistema le dio un vuelco a un partido que estaba atascado. «Pablo en este partido sabíamos que nos podía dar ese equilibrio, pausa y triangulación, nos dio estabilidad. En la primera parte, al volcarnos mucha gente por delante del balón, nos faltaba un jugador más ahí. Apostamos por Chendo y Beda para acumular hombres en ataque, pero como no teníamos fluidez en el desequilibrio, había contras. Cuando salió Pablo, tuvimos más control, perdimos un hombre de ataque, pero ganamos uno por fuera».
Un detalle curioso fue que, justo en la semana que más se habló de la necesidad de firmar un goleador, mojaron los tres futbolistas que el Linares firmó para marcar diferencias arriba. Además, Iván Bazán no estuvo fino en pretemporada, pero ante el Huétor se aproximó mucho al extremo que Linarejos quiere ver.
«Cambiamos a línea de tres, arriesgamos, y eso era un mensaje al equipo. Los cambios ofensivos que teníamos en el banquillo no se dieron en el minuto 85, tuvieron muchos minutos para que fueran protagonistas. Tenemos que ser más profundos y ofensivos en Linarejos. La labor de Beda en la mediapunta se neutralizaba con el pivote defensivo granadino. Eso (los goleadores) también lo habíamos tenido en cuenta. En función de cómo iba el resultado, así fuimos ajustando los cambios. Después del cambio de Chendo, Beda se mantuvo arriba para hacer gol porque queríamos que la gente de arriba marcase y cogiese confianza», concluyó Arsenal.
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